A partir del primero de mayo está prevista una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras -YPF, Shell, Axion y Puma Energy- trasladarán al surtidor.
El aumento en los precios de la nafta y el gasoil será de al menos 8% en caso de que la suba del tributo contemple la inflación completa del cuatro trimestre de 2023, tal como estaba previsto originalmente.
El Gobierno Nacional no descarta que ese incremento del 8% se aplique en dos tramos divididos entre el mes que viene y junio para no sumar mayor presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec.
El Ministerio de Economía espera sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir las retenciones con la primera “Ley Bases”. Una especie de atajo que encontraron para ayudar a sostener superávit fiscal.
El primero de marzo se computó la actualización del impuesto correspondiente al primer y segundo trimestre del 2023. En abril se aplicó la suba correspondiente al tercer trimestre. Los incrementos promedio de los combustibles fueron 7,5% y 4,6%, respectivamente, lo que totalizó un aumento del 110% desde que asumió Javier Milei.
Según lo definió el Gobierno a través del Decreto 107/2024, en mayo debería trasladarse el incremento correspondiente al cuarto trimestre del año pasado, que será el de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) estimó a través de un informe que ese proceso implica un incremento del impuesto de monto fijo de $70 que eleva el tributo desde $132 por litro a $202, es decir, un salto del 53 por ciento.
Con los nuevos aumentos, se estima que en la Ciudad de Salta el incremento lleve la nafta super a $1.004 y la premium alcanzaría los $1,197.
Fuente: Infobae