Después de 12 partidos sin victorias, la peor racha en la historia del club, Boca Juniors volvió a sonreír con un contundente triunfo sobre Independiente Rivadavia por 3-0 en Mendoza. Esta victoria representa un alivio inmediato para Juan Román Riquelme, vicepresidente y referente del fútbol del club, quien había estado bajo una presión histórica por los malos resultados que pusieron en jaque su gestión y proyectos futbolísticos.
El Xeneize abrió el marcador gracias a Leandro Paredes, mientras que Exequiel Zeballos y Alan Velasco cerraron la goleada, devolviendo confianza al plantel y a la dirigencia. Con este triunfo, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo recupera autoridad y solidez en el juego, además de poner fin a un período crítico que había generado cuestionamientos tanto dentro como fuera del club.
Con los otros torneos del año ya fuera de alcance —la Copa Libertadores y la Copa Argentina quedaron atrás— la Liga Profesional se convierte ahora en el único objetivo para Boca. Riquelme, aliviado por cortar la racha histórica, ya comienza a proyectar la estrategia y los refuerzos necesarios para encarar los próximos compromisos con la tranquilidad de haber recuperado la confianza del plantel y de los hinchas. Este triunfo, además de revitalizar al equipo, le permite al club mirar hacia adelante con expectativas renovadas en su único torneo vigente del 2025.